Esto va en línea con las negociaciones que viene llevando a cabo Melella, del sello Forja -aliado del Frente de Todos- en especial con el ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Matías Kulfas, para dar certeza y seguridad jurídica a las empresas de un sector que actualmente es el principal empleador en el distrito patagónico.
Es que el subrégimen de promoción industrial puede definirse por decreto del presidente y es en ese texto donde se afinan las condiciones y los rubros alcanzados. “Venimos haciendo un trabajo de hormiga, porque la visión que hay en Nación de nuestra industria no es exactamente la misma que nosotros queremos proyectar”, dijeron a este medio desde la provincia.
Y, en esa línea, la pandemia fue una posibilidad para mostrar mayor potenciacialidad de la capacidad industrial de Tierra del Fuego, a partir de la incorporación de respiradores a las líneas de producción de las firmas electrónicas. “El tema de los insumos sanitarios puede incorporarse, al igual que todos los procesos para industrializar hidrocarburos”, agregaron desde despachos fueguinos.
En ese sentido, el proyecto de ley que ingresó al Senado Nacional incorpora en su artículo 2 “autopartes/petropartes, equipos y tecnología medicinal, equipos y bienes para energías alternativas, maquinarias, partes, piezas y tecnologías de automatización industrial y robótica, productos que resulten de la industrialización de los recursos naturales de la Región Patagónica, incluidos los espacios marítimos correspondientes”, entre otros.
El caso testigo de los respiradores fue central en ese objetivo: en Tierra del Fuego se producen mil por mes a través del Grupo Mirgor en alianza con la empresa cordobesa Lesitung, que hasta en se momento hacía cincuenta al mes en Córdoba. “Pudimos adaptar a la producción en serie un producto complejo que no veníamos fabricando. Eso hace que además de abrir la puerta a la industria sanitaria podamos mostrar la mano de obra calificada y la tecnología con que hoy contamos en la provincia”, señalaron a Ámbito en Tierra del Fuego.
Para los funcionarios de Melella la reconversión es clave para contrarrestrar el mote de ensabladores con que se buscó desprestigiar la industria fueguina, en especial durante la gestión de Mauricio Macri. “El objetivo era importar todo lo que se producía acá y que el sustento de la provincia migrara casi exclusivamente a la extracción de hidrocarburos. Ahora la visión cambió, y estamos buscando la extensión del subrégimen”, concluyeron.