Domingo Cavallo, exministro de Economía, evaluó el plan del Gobierno para incentivar la bancarización de los “dólares del colchón” y señaló que, sin reservas internacionales propias y libertad cambiaria, la iniciativa no tendrá un impacto duradero.
En una columna publicada el 2 de junio de 2025, Cavallo explicó que en economías como la argentina, con alta deuda en moneda extranjera y escaso acceso al crédito externo, las reservas son esenciales para pagar importaciones, afrontar servicios de deuda y permitir la expansión del crédito bancario en dólares como parte del proceso de remonetización de la economía.
Respecto a los “dólares del colchón”, Cavallo los definió como activos líquidos en moneda extranjera de residentes que no están depositados en los bancos del país ni invertidos en el mercado local de capitales. Advirtió que estos ahorros no financian inversiones ni capital de trabajo de las empresas, lo que limita el crecimiento económico.
El exfuncionario subrayó que para que un sistema bimonetario funcione correctamente, ambas monedas deben ser convertibles y no debe haber restricciones al movimiento de capitales. Criticó las regulaciones que limitan la operatoria bancaria con depósitos en dólares, ya que impiden que los bancos utilicen esos fondos para otorgar préstamos, a diferencia de lo que ocurre con los depósitos en pesos.
Cavallo también destacó la necesidad de expandir significativamente el crédito bancario, tanto en pesos como en dólares, para lograr una remonetización efectiva. Indicó que el Banco Central debe contar con reservas líquidas en dólares suficientes para actuar como prestamista de última instancia y evitar corridas desestabilizadoras contra los depósitos.
Finalmente, señaló que si bien los incentivos fiscales o regulatorios propuestos por el Gobierno pueden generar algunos avances, su efecto será limitado mientras no se eliminen completamente las restricciones cambiarias que aún subsisten para las empresas. Insistió en que es necesario habilitar a los bancos a operar con los depósitos en dólares del mismo modo que lo hacen con los pesos para consolidar la eliminación de la inflación y fomentar el crecimiento económico.