Este octubre se renovarán 24 bancas del Senado (un tercio de la Cámara), correspondientes a Ciudad de Buenos Aires, Salta, Santiago del Estero, Tierra del Fuego, Chaco, Entre Ríos, Río Negro y Neuquén. Cada provincia elegirá tres senadores por seis años.
Las fuerzas en juego enfrentan escenarios disímiles: La Libertad Avanza (LLA) parte con seis bancas y se propone alcanzar entre 17 y 18 “puros”, lo que implicaría triplicar su número actual. Por su parte, el kirchnerismo experimentaría retrocesos, pero aspira a retener al menos un tercio del Senado para poder bloquear leyes clave, como los vetos presidenciales.
Un factor decisivo serán los nuevos gobernadores que buscan crear corrientes propias más allá del PJ o LLA. Aunque en 2024 y 2025 varios de esos bloques provinciales no consolidaron su poder, su aparición agrega presión a la Casa Rosada para negociar acuerdos legislativos.
Riesgos y apuestas
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La Libertad Avanza: con ambición de avanzar fuertemente en Senado, pretende presencia dominante.
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El kirchnerismo: su objetivo es mantener capacidad de veto desde el Senado.
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Gobernadores periféricos: su fragmentación podría obligar al Ejecutivo a buscar consenso fuera de su bloque.
En síntesis, las elecciones definirán si LLA logra imponerse con fuerza o si el peronismo conserva influencia estratégica mediante un tercio. La dinámica regional y las negociaciones provinciales podrían inclinar la balanza en un Senado fragmentado pero con poder decisivo.