El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, describió la jornada legislativa como “una mañana complicada”, reflejando el clima hostil que atravesó el Gobierno tras perder 12 votaciones seguidas frente a la oposición en la Cámara de Diputados.
Este revés también amenaza la estrategia del Ejecutivo basada en el uso de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), dada la dificultad de lograr los dos tercios necesarios en ambas cámaras para revertir los rechazos. En cambio, a la oposición le resulta más fácil bloquear la insistencia del oficialismo al impedir que alcance el tercio requerido.
Además, en una sesión extensa y con clima tenso, la oposición logró imponer su temario: avanzaron proyectos vinculados al financiamiento universitario y la emergencia pediátrica en el Hospital Garrahan. También se estableció una fecha para el tratamiento de los ATN y la reforma del impuesto a los combustibles, en comisiones.
En síntesis, el oficialismo quedó debilitado no solo en términos legislativos, sino también en términos políticos. La Oposición comienza a proyectar su agenda hacia la campaña electoral, mientras el Gobierno enfrenta el desafío de reconfigurar su narrativa y estrategia con vistas a octubre.