Este lunes, el dólar mayorista marcó su séptima caída consecutiva, cerrando en $1.322, el nivel más bajo desde el 30 de julio, y acumula una baja de 3,8 % en lo que va de agosto.
La cotización minorista se mantuvo estable en $1.335 en el Banco Nación, y el dólar “blue” subió levemente a ese mismo nivel, reduciendo la brecha cambiaria a apenas el 1 %.
La contracción del tipo de cambio mayorista se explica, en gran medida, por el contexto de tasas elevadas en pesos. Por ejemplo, la tasa de caución al cierre de hoy operó en torno al 47 % anual a un día, mientras que las colocaciones a plazo fijo rondaron el 36 % anual a 30 días. Estas tasas siguen siendo atractivas para inversores frente a un dólar a nivel más bajo.
Un analista resumió así la situación:
“Se pasó de tener un dólar cercano a 1.400 pesos con tasas más bajas, a uno más cerca de 1.300 con tasas muy altas. Esto busca un equilibrio: evitar que el dólar esté demasiado bajo —lo que exige tasas que afectan la actividad— pero tampoco tan alto que perjudique la desinflación o los objetivos electorales”-
En síntesis, la estrategia del Banco Central de mantener tasas elevadas está siendo efectiva para contener la presión sobre el peso, generando baja del tipo de cambio mayorista y apuntalando el entorno financiero actual.