Los mercados financieros argentinos sufrieron este viernes una fuerte caída impulsada por la persistente tensión cambiaria. El índice S&P Merval retrocedió cerca de un 3 %, ubicándose en unos 1.750.000 puntos al cierre, y los ADRs que cotizan en Wall Street perdieron hasta 7 %. Los bonos Globales también se derrumbaron, con una baja general de aproximadamente 5 %.
El dólar mayorista tocó un nuevo récord intradiario al llegar a $1.457, terminando el día alrededor de $1.453, lo que lo sitúa muy cerca del techo de la banda de flotación establecida por el Banco Central, generando presiones adicionales sobre los mercados al anticipar una posible intervención o ajuste en política cambiaria.
La caída de los activos refleja el nerviosismo que persiste entre los inversores, especialmente tras recientes derrotas electorales provinciales y señales contradictorias del Gobierno sobre el rumbo económico. Además, los bonos soberanos en dólares cortaron una recuperación reciente, reforzando la percepción de riesgo.
En resumen, la jornada mostró que los mercados argentinos siguen muy sensibles al dólar: ante cualquier señal de debilidad cambiaria, las acciones y la deuda externa reaccionan con fuertes pérdidas. Queda claro que la próxima etapa dependerá mucho de cómo evolucione la estrategia cambiaria del Gobierno y si logra llevar algo de previsibilidad antes de las elecciones.