Luego de que el decreto de necesidad y urgencia (DNU) 70/23 de desregulación de la economía que rige desde el pasado 20 de diciembre fuera rechazado en la Cámara de Senadores, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, distinguió entre quienes quieren “continuar con el kirchnerismo” y quienes “quieren ir hacia otro lado”. “No hay avenida del medio acá, los que creen eso están en el sendero del oportunismo político. Acá no hay lugar para tibios”, lanzó. Además, lanzó un fuerte crítica contra el senador de Juntos por el Cambio (JxC) Martín Lousteau, que se diferenció de su bloque y votó en contra de la iniciativa libertaria en el Congreso. “No me extraña, fue empleado de Cristina”, sostuvo y agregó que el presidente de la UCR “eligió seguir siendo parte del kirchnerismo, creo que nunca dejó de serlo”.
Así, en diálogo con Radio Rivadavia, continuó: “Cualquier decisión que vaya en contra del DNU es hacerle el juego al kirchnerismo y va a quedar claro a qué quiere jugar cada partido. Los diputados van a tener que elegir si quieren el kirchnerismo o quieren transformación”.
“Se está viendo quién es quién, qué intereses defienden, y si van a acompañar a la política del presidente más votado en la historia. Habla de quienes defienden sus propios intereses antes que pensar en los intereses de 45 millones de argentinos que están esperando hace bastante que las cosas se den vuelta”, expresó, y agregó: “Hay cierto interés de parte de algunas personas que no quieren que nada cambie porque no les conviene”.
Asimismo, habló sobre la polémica con el senador Lousteau, que se diferenció de su bloque y votó en contra de que se postergue el tratamiento del mega-DNU en el Congreso. “No me extraña, fue empleado de Cristina. Llevó al país al borde de una guerra civil en 2009 con la 125 y fue embajador de Macri. Está pensando en su carrera política y se olvida de la gente que lo votó. Lousteau eligió seguir siendo parte del kirchnerismo, creo que nunca dejó de serlo”, acusó.
“Hay una intención de entorpecer -por un sector de la política- el avance del cambio y la transformación que va a destruir algunos kioscos. Está a la vista, es parte de un proceso de cambio”, consideró, y remarcó: “Se están removiendo las bases de la Argentina y eso genera ruidos, sinsabores para algunos que estaban prendidos de la teta de las regulaciones y ahora pierden lugares de privilegio”.
El funcionario también se refirió al próximo paso, que es el debate del DNU en la Cámara de Diputados: “Es muy dinámico, capaz esté el numero para aprobar el DNU. Hay un número importante que piensa que se podría aprobar. Se necesitan 129, pero alinear todas las voluntades en la misma dirección es difícil. La voluntad de ir para adelante está, y hay que ver cómo lo implementamos para dejar atrás las políticas que tienen postrada a la Argentina”.
“La sesión la pueden pedir con la firma de 10 diputados en cualquier momento, no depende de nosotros que se postergue o no. Hoy domingo te digo que el número no está, según lo que vi”, consideró.